De perlas

Tras dos meses en Londres, el pasado fin de semana recibí la visita de una de mis mejores amigas. Montse. Y aproveché con ella para darnos una vuelta por un par de sitios emblemáticos de la ciudad y hacer de turistas de nuevo. El sábado por la mañana fuimos a ver el cambio de guardia en el Palacio de Buckingham, cuyos alrededores estaban a rebosar de gente. Luego fuimos andando hasta el Parlamento y tomamos algunas fotos del Big Ben.

Buckingham Palace

Teníamos intención de subir al London Eye y a continuación ir a Camden. Pero las largas colas enfrente de la gran noria (gracias, muy probablemente, al buen día que hacía) nos hicieron decidir dejarlo para la próxima vez. Así que tomamos el underground de nuevo y una vez en la zona nos paramos en Pier1 a comer el típico fish&chips que todavía no había probado. Le doy un notable, porqué a pesar de ser fast food está bastante bueno...

Allí nos pasamos toda la tarde, hasta que empezó a anochecer y a bajar las temperaturas...¡Qué frío!

London Eye

Camden Market

Por la noche salimos juntas con el grupo de amigas de Edith a Pacha. Carísimo. Pequeño. Vaya, que si no fuera porqué terminamos en la zona VIP no creo que lo hubiéramos pasado tan bien. Un lujo de improvisto que nos vino de perlas.

¡Vamos a aprovechar cada momento!

A finales de la semana pasada tomé la decisión de dejar de dormir hasta las tantas cada día y hacer un esfuerzo para aprovechar un poco más mis asosegadas mañanas. Gracias a eso he conseguido ver un poquito más...

Sin ir más lejos, anteayer estuvimos paseando por la ya conocida Oxford Street hasta Covent Garden con Edith y Ester (que a principios de mes también vino a pasar una temporada en Londres). En Picadilly Circus nos paramos a donar un dinerillo para un grupo de japoneses que recaudaban donaciones para el desastre con banderas del país nipón en el suelo y rotuladores para que pudiéras escribir algun mensaje de apoyo. De paso nos paramos en Waterstones, una librería de cinco plantas en Picadilly.  Luego nos sentamos a comer en Bella Italia (Leicester Square). Y al final vimos un espectáculo de un pequeño grupo de músicos que animaban a la multitud con gran entusiasmo en Covent Garden. También pude coincidir con mi primo por esas mismas calles, que está de visita con el instituto durante esta semana, y darle un par de besos.

Bandera japonesa llena de mensajes de apoyo en Picadilly Circus



Tienda de dulces en Covent Garden

 Ayer, en cambio, me fuí un poco más lejos para ver el estadio O2 Arena, que es dónde se suelen celebrar los conciertos más importantes. Una vez dentro, lo que más me sorprendió es el provecho que se le da; más como centro comercial (con tiendas y restaurantes) que como espacio polivalente en sí. Algo que no se ma pasa por la cabeza que pudiera hacerse dentro del Palau Sant Jordi por ejemplo...



O2 Arena



Por la noche, por fin, recibí la visita de mi amiga Montse, con la que voy a estar hasta el domingo por la tarde moviéndonos tanto como podamos. ¡Vamos a aprovechar cada momento!

Os tengo presentes

Hoy voy a dedicar este post a la gente que verdaderamente me importa, porqué esto también es parte de mi experiencia en Londres. Es la parte entrañable. La parte que no se suele mostrar porqué la damos por supuesta...

Y con ello me refiero a las largas conversaciones enfrente del ordenador. Me he llegado a pasar horas. A las fotos enviadas por una parte y por otra. A los mensajes y mails. A los momentos que ahora no compartimos de forma simultánea pero que nos vamos contando día tras día. A los regalos, que esta vez son más especiales que nunca por hacerlos desde lejos...pensando en ellos. A las lágrimas. A la añoranza en sí. Que una siente inevitablemente de vez en cuando...El precio que hay que pagar. Eso es la distancia.



Mis papis :)

 Sigo construyendo una nueva vida aquí con mi nueva rutina, el trabajo y el día a día. Pero eso no significa que la gente que he dejado en Barcelona deje de formar parte de mí. Os tengo presentes.

Rutina a parte

No, no tengo mi rinconcito abandonado...Quiero escribir y contaros cosas más a menudo. Pero para ello necesito cargar mi mochila de nuevos momentos. Y últimamente, esa es una tarea difícil... Me encuentro sumergida en el día a día del trabajo y aprovecho los fines de semana para relajarme, descansar. Hacer prácticamente nada. Y eso es bueno y malo a la vez. Porqué mi cuerpo lo agradece, pero al mismo tiempo quisiera conocer más y más de la capital... Así que por ahora dejo a un lado la filosofía de "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy".

Este mes de marzo estará previsiblemente lleno de visitas. Las primeras de mi gente desde que estoy aquí. Y eso me hace especial ilusión porqué podré compartir de cerca los rincones más bonitos y especiales de la ciudad y seguir descubriendo sitios en los que, por una cosa u otra, todavía no he estado.

De esta forma podré, de nuevo, enseñaros desde mi prisma lo que voy viendo por aquí... Rutina a parte.