¡Soy toda una artista!

No era un sueño. Estoy lejos de casa.

Ayer me di cuenta de que hace casi dos semanas emprendí un vuelo que puede ser muy significativo en mi vida. Fue el cumpleaños de mi madre. El de mi prima también. Y hoy es el de mi primo. Y me sentí cerca y lejos al mismo tiempo. Intenté hacer por primera vez más intencionadamente que nunca que fuera un día especial para todos ellos. Y creo que lo conseguí. Al menos con mi madre.

Hice que le llegara un ramo de frutas de Disfrutessen. La llamé a mediodía y se emocionó al reconocer mi voz. Y me contagió de emoción a mí también. Me doy por satisfecha con su alegría.

Yo me encontraba comiendo en Zayna, un restaurante de comida india situado en Marble Arch. Tomé un batido de mango, langostino rebozado, pollo con verduras y cordero, entre otras cosas. Todo buenísimo y algo picante, por supuesto; aunque no sea muy fan de ello…

Hará unos cuantos días fui a otro restaurante que me olvidé de comentaros: Yalla Yalla, un restaurante libanés situado en el Soho. Comí un plato de arroz con ternera, pollo, cordero y un poco de ensalada con pan de pita acompañado de una Diet Coke como aquí se llama. Tremendo. No hubiera imaginado terminar llena con ese plato.

El viernes por la noche también terminé cenando con vino tinto en un restaurante italiano de Notting Hill, cerca de donde me estoy hospedando. A unos 15 minutos a pie. Pizzametro se llama. Comí una pizza Panna, con champiñones, jamón york y una crema algo insulsa que llevaba por encima. Estaba bastante buena aunque no me la terminé. Me recordó a Il metro de Badalona por la forma de presentar las pizzas, aunque en este sitio te las ponen en una plataforma de madera que te colocan en la mesa y que queda justo por encima de las copas. Curioso pero poco práctico para hablar…

Así que nada, voy haciendo progresos en la inmersión culinaria que me está ayudando ciertamente a engrosar mi talla. Cosa insospechada, a priori…De todos modos sigo sin acostumbrarme al modo en que se come aquí por lo general. No tengo horarios y al margen de estos días puntuales voy un poco a base de cafés (muy pero que muy aguados), sándwiches o comida rápida y yogures…Eso sí, cuando cocino yo ¡soy toda una artista!

Por ahora

Durante estos últimos cuatro días he estado absolutamente sumergida en la búsqueda de mi mejor opción de trabajo en Londres. Mirando adelante. Valorando cada oportunidad que surgía. Cada llamada. Cada posible entrevista. Cada pequeño periodo de prueba.

Mi primera opción fue la Churrería Española como os venía explicando en mi última entrada. Probé durante tres horas por la mañana ese día. Fue bien. Y me dijeron que ya me llamarían. Esa misma tarde me propusieron otra entrevista desde la agencia que había contratado. Y no dije que no porqué me habían demostrado que aquél puesto no era nada seguro. Fui. Y me citaron para el jueves por la mañana. Probar cinco horas. Miércoles perdido. Bueno, no. Aprovechado para ver otras cosas pero no en cuanto al trabajo refiere.

Me llamaron de la churrería para que acudiera el jueves. Dije que tenía cosas qué hacer. En mi primer contacto con el Restaurante Italiano, Serafino, en Mayfair, me quedé con una muy buena impresión del sitio y de los jefes. Y quería intentarlo.

El jueves estuve codo con codo con la chica italiana que aparentemente tenía más experiencia en el lugar. A priori quedó muy contenta con mi predisposición al trabajo, mi simpatía y mis ganas por colaborar en todo cuanto pudiera. ¡Brava! A tope durante todo el servicio. Y al final de la media jornada el responsable me pidió cubrir el turno de la noche. Buena jugada. Estoy muy satisfecha por ello.

Me he pasado tres días arriba y abajo. El presupuesto en transporte se me ha ido de las manos más de lo que hubiera podido prever en una semana. Pero no importa. Ya vendrán tiempos mejores. Tengo con quién compartir mis pensamientos y mis intenciones en lo que me resta de experiencia.

Ahora mis principales preocupaciones son otras, ya que hoy me han vuelto a llamar del restaurante para trabajar el lunes y posiblemente a partir de entonces me digan algo más concreto acerca de mi ocupación y demás. Necesito plantearme el futuro en Londres a corto plazo. De cuánto dinero voy a disponer semanalmente, si podré irme a vivir a un piso compartido próximamente, si podré abrirme una cuenta aquí, cómo me lo voy a montar en general, etc. Tengo que sentarme y pensar. Y eso es lo que intento hacer por ahora.

Cosas interesantes de Londres

A la espera de que llegue mi primera jornada laboral, llevo dos días dando vueltas por la ciudad cuál turista, cámara en mano, para retratar cada monumento, cada edificio, cada punto caliente de la ciudad europea más multicultural que he visitado hasta el momento.

Ayer estuve bordeando un poco el Río Támesis, cruzando el Tower Bridge y terminando la ruta en la Tower of London. Una fortaleza de la Edad Media de la que pude tomar algunas buenas fotos.

Westminster

Hoy, aunque me he levantado tarde, he podido ver un montón de sitios más: Westminster Palace (Parlamento), con el consecuente puente de Westminster, la Abadía de Westminster donde contraerá matrimonio el Príncipe Guillermo a finales del próximo mes de Abril, el nº10 de Downing Street ( una calle vallada en la que reside el Primer Ministro británico), el Palacio de Buckingham, St. James Park, Horse Guards Parade (dónde he tomado un primer plano de uno de los caballos de guardia estupenda),Trafalgar Square con sus alrededores (National Gallery, National Portrait Gallery y la iglesia de St. Martin-in-the-Fields) y he terminado comiendo un sándwich cerca de Picadilly Circus.



Tower Bridge

Por desgracia he estado al borde de muchos otros hotspots pero tengo mucho tiempo por delante y muchas visitas que recibir todavía con las que poder ir a ver otras muchas cosas interesantes de Londres.

Caballo de la Horse Guarde Parade

Sí señor

Kensington Gardens

Mi tercer día ha sido especialmente emocionante. Por fin he podido hacer un poco de turismo por la ciudad, cerca del albergue donde me estoy alojando por el momento y me he sentido muy pero que muy bien tratada. ¡Como una reina!

El día ha empezado un poco mal. Tras desayunar en Pret A Manger e ir a la entrevista que tenía programada y salir con un no previsible por respuesta, he vuelto al albergue y uno de mis compañeros de habitación nos ha propuesto a otro chico y a mí ir a Hyde Park un rato. Pero nos hemos quedado en la parte de Kensington Gardens. ¡Tenía muchísimas ganas de empezar a ver un poco del sitio dónde estoy! He visto mucho verde, ardillas, patos, cisnes, cuervos, palomas...Y estatuas y monumentos también.

Hemos tomado unas cuantas fotos, que os pongo en este post, y luego hemos ido a jugar a bolos. Hemos comido hamburguesas con patatas fritas y helado. Y me han invitado a todo. Me han dejado realmente impresionada, pues no tenían porqué hacerlo. Apenas nos conocemos...

Durante la partida he recibido una llamada, ¡tenía otra entrevista para esta misma tarde! Y a las 17:00 allí estaba, en la Churrería Española. He aprovechado mi paso por el albergue para retocar mi CV y lo he llevado a imprimir de camino al encuentro. Una vez allí, ni cinco minutos. Llegar, presentarme, sentarnos, preguntarme de dónde soy, si tengo experiencia, entregarle el CV y OK, empiezas en martes a las 10:00. Listos: presumiblemente ¡tengo trabajo!

Tras esto, he ido con mis nuevos amigos a tomar una taza de chocolate caliente en Costa, de nuevo invitada. Alucinante. Hoy ha hecho un día realmente bonito.  Mucho sol pero muchísimo frío. Temperaturas extremadamente gélidas. Mis manos estaban rojas todo el tiempo y una taza caliente ha sido mi salvación.

Finalmente, y lo más increíble que he hecho en el día de hoy, he ido al cine (Odeon). En el centro comercial Whiteleys. Nunca hubiera imaginado poder ir al cine en Londres en mi tercer día de estancia. Palomitas incluídas. (Luis no te reemplazo, no es lo mismo) Antes de eso nos hemos tomado unas cervezas en un pub de enfrente (Guiness, ough yeah).
Ahora bien, me quedo con ésta buena peli: Black Swan. Gran Natalie Portman. Sí señor.

Está valiendo la pena



Mi primera llamada en Londres, ayer.

 Hoy el día ha amanecido nublado por lo que al tiempo y al estado de ánimo se refiere. No he dormido nada bien en el hostal entre momentos de mucho calor bajo el nórdico y mucho frío al retirarlo y al mismo tiempo el entrar y salir de la gente de la habitación durante toda la noche. Pero a eso habrá que ir acostumbrándose.

Hoy tenía concertada una entrevista de primera toma de contacto con la agencia qué pagué por Internet para que me buscara trabajo así que después de comer me he dirigido hacia Shepherd's Bush (Zona 2) con mis botas forradas de pelo planas que iban, poco a poco, destrozándome los pies.

Cuando me he presentado, la chica ha visto mi currículum de tres páginas y me ha recomendado retocarlo y acto seguido ¡me ha propuesto mi primera entrevista de trabajo para mañana! Seeeeeeeeeeeeeh. ¡Ya toco las castañuelas! Si todo va bien...Todavía no soy consciente de todo lo que me queda por hacer.

Cuando he salido de allí, arrastrándome por la calle del dolor de las ampollas, me he acercado a Poundland, un semi - Servicio Estación con todos sus productos a 1 pound! Tremendo. Encuentras de todo. Desde comida hasta artículos de regalo pasando por pequeños aparatos de tecnología y parafarmacia...Pero con las tiritas que me he comprado no podía resistir el dolor.

Así que mi última y previsible opción ha sido acercarme a Marble Arch (Zona 1) y visitar mi queridísimo Primark. Hoy me he controlado muchísimo. No era día de volverse loca pues todavía no tengo un armario donde colocar mis cosas y el día que tenga que hacer el traslado del albergue cargar mis cosas seria una odisea. Pero lo más urgente era comprarme unas botitas de pelo tipo zapatillas de estar por casa (que tanto había criticado en sus inicios) para volver comodísimamente hacia mi querido Hyde Park Hostel.



Primark en Oxfort Street


Menos mal que, de momento, todo está valiendo la pena.

Pinta muy bien

Decir que durante estos últimos dos días me he sentido arropada sería decir muy poco. No sé como agradecer todo el apoyo y la ilusión que muchos de vosotros me habéis trasmitido, pero espero que os baste com mis ganas por explicaros esta maravillosa experiencia que espero poder vivir de ahora en adelante.

Mi primer día ha sido bastante intenso, muy caro y muy satisfactorio a la vez. Todavía no he podido apreciar en su máxima expresión el bullicio de la ciudad, pues prácticamente me he pasado el día entre train y underground de arriba para abajo. De todos modos, me siento como pez en el agua aquí. Viajar en transporte público, por ahora (primera vez en la ciudad inglesa), es pan comido, y eso me hace sentir segura de mí misma. Es más, cuento con la importantísima presencia de Edith, una amiga de una amiga (Laia) con la que seguro que a partir de ahora tendré muchas cosas en común a parte de vivir aquí. Gracias a ella hoy he podido aprovechar muchísimo.

Aún y así, tengo poco tiempo para escribir y muchas tareas que atender a partir de ahora y hasta que encuentre una estabilidad: trabajo y piso a compartir. Así que os iré informando a cuentagotas pero con mucha ilusión por hacer bien las cosas y salir adelante. A día de hoy ya tengo teléfono y muchos planes. ¡Esto pinta muy bien!

Teneros ahí

Durante estos últimos días se van produciendo las despedidas a cuentagotas. Y es ahora cuando me doy cuenta de que esto ya es una realidad. Y me pongo relativamente nerviosa. No tengo todavía las maletas hechas porqué soy de las que espera a última hora. Luego creeré haberla hecho mal pero ya no habrá vuelta atrás. Lo peor de la cuestión es que lo reconozco y no pongo remedio.

Anoche celebré una cena con amigos para poder entregarles a cada uno de ellos unas palabras. Y a todos les gustó recibir una pequeña dedicatoria. Es mi forma de decir hasta luego y de recordarme a mi también la suerte que tengo de contar con todos ellos. Todavía faltan un par de días y ya he soltado alguna lagrimilla. Con mis padres es otra historia. Tendremos que llevarnos la sábana al aeropuerto.

Suena: Valiente - Vetusta Morla
Recordaré siempre la noche de ayer.
Espero teneros ahí.

Hasta dejarme la piel si es necesario

Destino: London City. Tiempo: indefinido.

No soy original. No soy ni la primera ni la última persona en la capa de la Tierra que emprende un viaje sola y a la aventura. Pero os lo quiero contar. Porqué presiento que esta nueva etapa que empiezo en cinco días marcará un antes y un después en mi evolución como mujer adulta.

Lo peor que puede pasar en las primeras semanas es que no encuentre trabajo y deba empezar a tirar de los ahorros que tengo en una cuenta de aquí. Pero ni pienso en esa opción... ¡Si me doy de bruces otro gallo cantará!

Todos dicen que me lo tome como una aventura y no como un reto, pues si las barreras superan mi capacidad de sobrellevar los obstáculos, retroceder no es malo. Siempre estoy a tiempo. No me voy al otro lado del mundo. Y todos insisten en que una retirada a tiempo es una victoria. 

Pero mi convencimiento, mi orgullo y mi tozudez me impiden verlo de esa forma. Voy a por todas y lucharé hasta dejarme la piel si es necesario.